Durante mi formación en musicoterapia he recorrido prácticamente todas las ramas de la psicología decantándome, por diversos motivos, por la psicología transpersonal. Por supuesto que la referencia inmediata a uno de sus precursores es la de Carl Gustav Jung, alumno "emancipado" de Sigmund Freud.
Jung desarrolló la teoría de los arquetipos como parte de su concepto de lo que él propuso como el inconsciente colectivo, concepto que se refiere a una parte de la psique humana que contiene experiencias, símbolos y conocimientos heredados de generaciones pasadas.
A diferencia del inconsciente personal, que se basa en vivencias individuales, el inconsciente colectivo es compartido por toda la humanidad. Se manifiesta a través de los arquetipos, patrones universales presentes en mitos, sueños y culturas de distintas épocas. Jung consideraba que este nivel profundo de la mente influye en la conducta y la percepción, proporcionando un marco común para la experiencia humana más allá de diferencias individuales o culturales.
Según Jung, los arquetipos son patrones universales de pensamiento y comportamiento heredados, que se manifiestan en mitos, sueños y expresiones culturales. Algunos arquetipos clave incluyen el Héroe, la Sombra, el Sabio y el Ánima/Ánimus. Estos influyen en la psique humana y guían la forma en que las personas perciben el mundo. Su trabajo tuvo un gran impacto en la psicología, la literatura y el cine, ayudando a comprender la profundidad de la mente y su conexión con la cultura.
Diversos autores han estudiado los arquetipos y el tarot desde distintas perspectivas. Joseph Campbell exploró estos temas en "El héroe de las mil caras", vinculando arquetipos con narrativas míticas. Alejandro Jodorowsky profundizó en el tarot como herramienta de autoconocimiento en "La vía del tarot". Rachel Pollack, en "78 Degrees of Wisdom", analizó el tarot desde un enfoque psicológico y espiritual.
El tarot tiene un origen incierto, pero se cree que surgió en la Europa del siglo XV como un juego de cartas conocido como "tarocchi". Sus primeras versiones aparecieron en Italia y Francia, con mazos decorados con figuras simbólicas. Aunque algunos lo vinculan con conocimientos esotéricos de Egipto o la cábala, no hay evidencia histórica sólida que respalde estas teorías. En el siglo XVIII, ocultistas como Antoine Court de Gébelin comenzaron a interpretar el tarot como un sistema de sabiduría mística. Desde entonces, el tarot ha evolucionado como herramienta de adivinación, autoconocimiento y exploración simbólica del inconsciente colectivo.
Jung y el Tarot de Sallie Nichols es una obra que explora la conexión entre la psicología analítica de Carl Gustav Jung y los arcanos mayores del tarot. La autora interpreta cada carta desde la perspectiva junguiana, relacionándolas con los arquetipos, el proceso de individuación y el inconsciente colectivo. Nichols analiza los símbolos del Tarot de Marsella como representaciones de la psique humana y sus transformaciones. A través de este enfoque, el libro ofrece una visión profunda del tarot no solo como herramienta adivinatoria, sino como un mapa simbólico del desarrollo personal y espiritual, integrando mitología, sueños y psicología.
Jung y Tarot